Interior del antiguo salón Augusteo
Para
comprender la obra que realizó Virginio Colombo para Unione Operai Italiani, es
necesario conocer el terreno y, entender claramente que deseaba la mutual.
Desde su
fundación el 6 de enero de 1874, la asociación se había alojado en varias sedes modestísimas, la primera, en Cuyo ( hoy
Sarmiento) 616, en Av. Rivadavia 471, en la calle Montevideo.
Gracias
a la emisión de acciones, lograron reunir el dinero para adquirir un terreno en
el que levantar el propio centro.
Luego de
algunos intentos fallidos, el 7 de enero de 1893 compraron un lote en la Parroquia
de San Nicolás, actual calle Sarmiento (antes cuyo) 586, numeración que cambió
a 1364/66/68. Se trataba de un lote
amplio de 15,15 metros de frente al Norte, por 60,62 m de fondo.
Dos
socios aparecieron como adquirentes en las escrituras: Juan Mondelli y Francisco Molteni, porque la
sociedad no contaba aún con personería jurídica.
Para
construir la sede, se unieron voluntades y solidaridades. Dirigió la obra el
ingeniero Benedetto Pannuzi, que no cobro honorarios por su trabajo. La
construcción estuvo a cargo del consorcio de Andrea Bado.
La
piedra fundamental fue colocada con ceremonia, el 23 de marzo de 1884, nueve
meses después se inauguraba, había costado $68.646,52 m/n.
La
propiedad era mayor que ese terreno.
Es que
el 16 de septiembre de 1902, Unione Operai Italiani, adquirió una casa
adyacente a la sede, calle Sarmiento 1376/80, de 6,50 m de frente al Norte y
59,65 m de fondo. No se sabe con precisión como algo se convierte en mito. Esa
estatura consiguió el lote para los socios de la mutual.
La
leyenda comenzó a construirse el 14 de agosto de 1902, cuando el secretario
Zoccola, llevó la noticia, de que se remataría la casa aladeña. Fue tal el
entusiasmo que despertó, que se gestionó un préstamo bancario y en un mes era
de propiedad de la sociedad.
Años más
tarde, cuando el 11 de agosto de 1911 Izziaco Bizioli propuso la construcción
de una nueva sede y, se echó a rodar el proyecto, esa adquisición se convirtió
en la portadora de todas las bendiciones, que permitían el desarrollo. Se la
mencionó una y otra vez, como la que había hecho posible el sueño.
Un
sueño, que aunque nos dejara a nosotros, porteños, uno de los frentes más conmovedores
de la obra Colombo, resultaría para la mutual la peor pesadilla.
El deseo
de la Comisión de Unione Operai Italiani, era levantar una nueva sede que los
prestigiara y les rindiera ingresos contantes y sonantes. La condición era no
perder las aulas, ni el salón, orgullo
de la mutual. Este ocupaba el centro del edificio, en paralelo a la calle.
Así
que el proyecto debería desarrollarse sobre sus medianeras, es decir sobre el
frente y sobre el terreno comprado en 1902.
Publicado 5/11/2013 - 7.56 Hs. de Argentina
© Ana di Cesare y Margarita Paroli, para Peña de Historia del Sur. Investigación Caro Colombo. Sobre momento histórico, vida y obra del Arquitecto Virginio Colombo. Queda prohibida la producción total o parcial de la información que subimos a internet, sin la autorización por escrito de ambas autoras. Nuestra investigación se encuentra protegiada por los derechos de autor.